Pasos:
Determinar la necesidad de una decisión: El proceso de toma de decisiones comienza con el reconocimiento de
la necesidad de tomar una decisión, el mismo lo genera un problema o una
disparidad entre cierto estado deseado y la condición real del momento.
Identificar los criterios de decisión: Una vez
determinada la necesidad de tomar una decisión, se deben identificar los
criterios que sean importantes para la misma.
Asignar peso a los criterios: Los
criterios enumerados en el paso previo no tienen mayor importancia. Es
necesario ponderar cada uno de ellos y priorizar su importancia en la decisión.
Desarrollar todas las alternativas: Es la
base de la toma de decisiones y no es más que desplegar las alternativas. El
tomador de la decisión tiene que confeccionar una lista de todas las
alternativas posibles y que podrían utilizarse para resolver el problema.
Evaluar las alternativas: Una vez
identificadas las alternativas, el analista de las decisiones tiene que evaluar
de manera crítica cada una de ellas. Las ventajas y desventajas de cada alternativa
resultan evidentes cuando son comparadas.
Seleccionar la mejor alternativa (Toma de decisiones): Una vez
seleccionada la mejor alternativa se llega al final del proceso de la toma de
decisiones, en el proceso racional. Esta selección es bastante simple. El
tomador de decisiones tiene que escoger la alternativa que tuvo la calificación
más alta en el paso número cinco. La toma de decisiones debe ser totalmente
objetiva y lógica a la hora de tomarlas, tiene que tener una meta clara y todas
las acciones en el proceso de toma de decisiones llevan de manera consistente a
la selección de aquellas alternativas que maximizarán la meta.
Las cinco características más importantes en la toma de
decisiones son:
- Efectos futuros: Tiene que ver con la medida en que los compromisos relacionados con la decisión afectarán el futuro. Una decisión que tiene una influencia a largo plazo, puede ser considerada una decisión de alto nivel, mientras que una decisión con efectos a corto plazo puede ser tomada a un nivel muy inferior.
- Reversibilidad: Se refiere a la velocidad con que una decisión puede revertirse y la dificultad que implica hacer este cambio. Si revertir es difícil, se recomienda tomar la decisión a un nivel alto; pero si revertir es fácil, se requiere tomar la decisión a un nivel bajo.
- Impacto: Esta característica se refiere a la medida en que otras áreas o actividades se ven afectadas. Si el impacto es extensivo, es indicado tomar la decisión a un nivel alto; un impacto único se asocia con una decisión tomada a un nivel bajo.
- Calidad: Este factor se refiere a las relaciones laborales, valores éticos, consideraciones legales, principios básicos de conducta, imagen de la compañía, entre otros. Si muchos de estos factores están involucrados, se requiere tomar la decisión a un nivel alto; si solo algunos factores son relevantes, se recomienda tomar la decisión a un nivel bajo.
- Periodicidad: Este elemento responde a la pregunta de si una decisión se toma frecuente o excepcionalmente. Una decisión excepcional es una decisión de alto nivel, mientras que una decisión que se toma frecuentemente es una decisión de nivel bajo.